Un día dejé mi puesto de trabajo como “directora de…” puse en marcha una empresa y como las cosas no salían como yo esperaba comencé a sentir un vacío MUY GRANDE mucho más grande de lo que había estado sintiendo sutilmente de alguna manera a lo largo de mi vida. Hecha polvo me miré al espejo y me pregunté incrédula ya que a pesar de todo, tenía todo con lo que creí podría sentirme bien … ¿Cómo es posible que con todo lo que tengo me sienta tan desdichada? Indagando descubrí que siempre había estado intentando llenar ese sutil vacío a través de logros, logros, logros y destacar profesionalmente poniendo todo mi valor allí.
Así supe que en mi adolescencia concluí que sacando el bachillerato, especializándome en marketing, estudiando algún máster iba a ser completamente feliz, seguido de acceder a un buen puesto de trabajo, encontrar mi príncipe azul, comprar piso, coche, tener hijos, irme de vacaciones, practicar deportes y así seguí en ascenso y si… parecía como que todo eso funcionaba pero ese sutil vacío volvía como quien no quiere la cosa, hasta como he comentado, un día… llegué al clímax.
Descubrí que aprendí a hacer, a saber y a obtener, es decir a ejecutar, a absorber conocimiento y a llenarme de cosas, siempre con estrés, viviendo en el futuro y que no he aprendido ni a SER ni a como SER FELIZ.
Así comencé a ahondar, ahondar y ahondar descubriendo que lo único que puede llenar ese vacío no está fuera de mi, sino que está en mí, un amor que descansa en mi interior y es lo que verdaderamente me hace sentir completa, lo denomino, el estado del SER, es lo que la naturaleza y los niños tienen y que como adultos hemos ido perdiendo por vivir tanto en la cabeza y si realmente queremos vivir una vida con sentido en paz y en armonía con nosotros mismos y con todo hemos de recuperar ese estado.
Es conciencia del momento presente, es ese instante en el que te olvidas de ti mism@ ¿Qué paradoja verdad? Es una energía a la cual podemos acceder cuando queramos porque siempre está ahí y te aseguro que es la libertad más grande que hay.
Es tener la capacidad de elegir entrar en ese estado de conciencia en cualquier momento, incluso es más aún, es instalarnos allí y tomar elecciones basadas en nutrir esa experiencia interior.
Así que me encuentro expandiendo ese espacio interno, es mi foco, un lugar de confianza, paz, alegría y desde dónde comparto mi verdad sin miedo a lo que ocurra.
Ya tengo claro que mi felicidad no depende ni de algo ni de alguien sino que es mi absoluta responsabilidad. Reconozco que no es fácil debido a nuestros condicionamientos pero hay que hacerlo es importante encontremos esa plenitud interna para poder disfrutar de cada momento sin la preocupación constante de que algo vaya a suceder. No quiere decir que alguna vez no esté triste o enfadada porque eso también es vivirme, es permitirme sentir lo que siento sin juzgarlo, sin sufrimiento, sin tortura.
Una vez que me conecto con la profundidad de ese amor todo se vuelve liviano y puedo ver todos los comportamientos que me llevan a sufrir, mi abandono, mis máscaras, mis mentiras, mis manipulaciones, lo que me da vergüenza, mi personalidad... todo aquello que fui modificando para encajar y si es cierto vamos encajando pero no nos permite movernos con libertad y eso es medio vivir y a veces un sin vivir.
Te cuento que podemos liberarnos de esas estructuras o programas y es más una vez estamos libres de ellas, irónicamente vemos que ser nosotros mismos es lo mejor que podemos ser.
En mi caso he aprendido mucho al conectarme con lo que me sucede, al pasar tiempo en la naturaleza, en mi soledad, interactuando con niños, con caballos, observando, escuchando, leyendo y hiendo a talleres sobre la liberación de la conciencia, intuyendo el llamado al despertar.
Es todo un proceso en el que voy adentro y comienzo a ver y a remover todo aquello que no me sirve llevándome a estar presente, consciente de mi misma y ahí inicio el cambio. Te aseguro que es necesario porque dejas de vivir desde donde crees que eres para vivir desde dónde realmente eres, es vivir sin el freno puesto. Sin el encorsetamiento de la mente y eso es fascinante e ir así a trabajar es otra historia porque surge en ti la confianza, la alegría, la creatividad, el respeto hacia ti y hacia todo lo demás y la toma decisiones se da desde un nivel mucho más claro, sin miedo a equivocarte.
Esto es estar desde el DAR porque das confianza, das alegría, das creatividad, das claridad, das respeto... y eso contagia porque es con lo que estás conectad@ internamente y eso es lo que proyectas afuera, a tu entorno, al planeta.
¿Es tu momento?
Con amor,
Marianne G.S.
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