¿Qué te parece si dialogamos tú y yo?

Entonces antes de nada hemos de entender qué es dialogar porque si tú y yo nos aferramos a nuestras opiniones, a nuestros dogmas y verdades, a nuestras experiencias, está claro que no puede haber un verdadero diálogo entre nosotros porque no se trata de reafirmarnos ni de intentar dominarnos mutuamente, sino de hablar con naturalidad, en una atmósfera de amistad, de compañerismo. 
También debe haber afecto y duda, porque sólo así estaremos libres para investigar, lo cual significa cuestionar, e ir descubriendo paso a paso por uno mismo.
Si lo hacemos de este modo no necesitaremos seguir a nadie ni pedir a nadie que reafirme o constate nuestros descubrimientos.
Ahora todo esto exige una inteligencia y sensibilidad extremas.
Con esta actitud es como la mente realmente descubre.
Sin embargo te aseguro que lo que descubre tiene muy poco valor porque lo importante es descubrir, soltar y después seguir investigando. 
Es perjudicial quedarse con lo descubierto porque así es como la mente justamente se cierra y se bloquea y se obstina en tener la razón.
Bibliografía:
DARSE CUENTA 
La puerta de la inteligencia
J.Krishnamurti

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