EL PENSAMIENTO NO ES EL MEDIO PARA RESOLVER NUESTROS PROBLEMAS

La mente pensante o mente condicionada es como una tela de araña sólida y extraordinariamente diseñada creada por conceptos como lo bueno, lo malo, lo correcto, lo incorrecto, análisis, razonamientos, conclusiones e intelectualizaciones que provienen de las circunstancias, de la cultura, la sociedad, la religión, los abuelos, los padres, profesores, el clima, las noticias, péliculas, la política, experiencias vividas...
Es acumulación, es recuerdo, es memoria, es pasado.

Es LO CONOCIDO por eso nos hace sentir seguros. La mayoría de las personas estamos atrapadas en ésta red. Pero al estar la mente condicionada por su creencia o no creencia, el pensamiento es incompleto, no es libre y aún así lo empleamos como medio para resolver nuestros problemas. Comenzamos a darle vueltas y vueltas a las cosas sin darnos cuenta que no puede resolver ninguno de nuestros problemas porque el pensamiento es quién los crea. Es precisamente el que nos hace vivir en un estado de contradicción y desdicha constante. Es un nivel que nos mantiene atrapad@s.
La pregunta es ¿Puede la mente liberarse de éste conocimiento/condicionamiento?
Si puede, de hecho a veces ocurre.

A todos nos ha ocurrido alguna vez ocasionalmente que hemos querido resolver un problema y después de haber intentado todo lo posible para encontrar una respuesta, después de haber utilizado todos los recursos posibles dentro de los límites del pensamiento, la mente de forma espontánea se queda en silencio, cae en un vacío y ahí surge la respuesta, sin ansiedad, sin exigencia, sin elección y es tan clara, tan rotunda que no nos la cuestionamos.

Como vemos, la mente ha utilizado toda su capacidad de pensar ha llegado al límite del pensamiento sin haber encontrado una respuesta por eso se queda en silencio.
Hemos intentado diferentes métodos, sistemas y caminos pero ninguno ha logrado que el hombre deje de sufrir.
De modo que tiene que aparecer un factor totalmente nuevo que no dependa de la mente y lo cual no significa que debamos dejar de pensar, es saber que el pensamiento es un instrumento muy útil pero sin identificarnos con él. Lo que expongo aquí es que la mente debe entrar en un estado donde pueda percibir sin el proceso de reconocer.

Es un estado de percepción y nada más. Es caer una y otra vez en este momento, es ser conscientes sin juicios ni valoraciones. Te animo que te hagas las siguientes preguntas: ¿Estás dispuest@ a renunciar a ese pensamiento que parece tan real? ¿Eres capaz de caerte en la nada en el presente con todo lo que significa?
¿Eres capaz de salir del MALENTENDIDO?

Esto sucede cuando desarrollas el arte de no creerte tus propios pensamientos y empiezas a sentirte comod@ en un lugar dónde no hay certezas, un lugar dónde sólo estás en contacto con tus sentidos, un lugar dónde surge la intuición. EL ESTADO DEL SER.
Es un darnos cuenta de todo el proceso de la mente con sus limitaciones, se trata de un simple entendimiento, que hace que el pensamiento no intervenga. Es quitarte de en medio.

Únicamente ese estado de percepción puede generar un cambio radical en nuestra forma de vivir.
Únicamente este estado podrá resolver todos nuestros problemas.
Sólo así encontraremos los regalos que ésta experiencia de vida nos brinda.
Sólo así podremos saber quién realmente somos y vivir vidas más plenas y satisfactorias tanto personalmente como profesionalmente.


Que disfrutes del día,
Marianne G.S.

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