Rasgos que mueven e inspiran en cualquier organización

Son aspectos que hacen nos motivemos, nos pongamos en acción, con alegría y sin cuestionar lo que nos digan porque nos hacen sentir bien. 

Hablo de un lugar dónde las autoridades se reúnen, dónde no hay partidos, trabajan por consenso, plantean las alternativas a las cuales han llegado y exponen qué es lo que provee a cada opción.  Dónde aterrizan qué es lo primero que se quiere hacer, lo segundo, lo tercero… 

Pueden empezar creyendo que van a tardar 2 días pero puede alargarse el tiempo que el asunto lo requiera incluso hasta 14-20 días, es posible que hasta casi ni duerman, pueden estar 24 horas reunidos, consultando, hablando, explicando, ahondando hasta que todo el mundo lo entienda y es cuando dicen “ahora si podemos tomar una decisión”. Porque encuentran lo más conveniente para todos, para la tierra, las plantas y todos los seres vivos.  Entonces todo el mundo dice así está bien.
El día después nadie habla en contra de la decisión que se ha tomado porque la decisión ha sido tomada por consenso y con rigor. Y se ponen manos a la obra.  

Un lugar dónde les ofrecen proyectos atractivos pero si no es lo más conveniente para todos los seres vivos y para la tierra, lo rechazan porque tienen claro que no encaja energéticamente y esto daña a toda la comunidad.

Un lugar dónde las decisiones las toman con tiempo, no se estresan no se agitan viven en tiempo natural. 
Se levantan temprano a las 4-5 de la mañana se dan una ducha de agua fría, lo primero que hacen es realizar una tarea que sirva a todos no solo a uno mismo. Porque cuando te levantas y haces esto el día te va bien. 
Las autoridades son la gente que menos habla. Se comunican con pocas palabras pero sabiamente. Hablan más por sus acciones, es gente sensata, muy pacífica, muy poco agresivos. Lo que dicen está muy bien fundado, tienen mucha coherencia. Tienen una muy bella esencia.

Las autoridades son elegidas por su nobleza por sus acciones por su sabiduría por el saber de sus tradiciones, su conciencia ancestral, son los portavoces, tienen un alto voltaje. Los hay de muchas especialidades (maestros, médicos, psicólogos, agrónomos, fiscales…). Siendo la mayoría impecables en lo que hacen, saben cómo se hacen las cosas y con una especial paciencia a la hora de comunicarse para que las cosas se entiendan muy muy  bien.

Son seres equilibrados energéticamente con mucha paz. Son personas coherentes, auténticas, verdaderas por lo que se percibe una dignidad, una autoridad espiritual, bajan la cabeza, juntan las manos, son fácilmente accesibles, toman decisiones holísticas, tienen conciencia ecológica. Tienen una sabia intención hacia su gente y hacia la preservación de la vida en este planeta e impiden cualquier proyecto que lo pueda obstaculizar diciendo firme y claramente no esto no sirve a nuestra comunidad.

La pregunta es ¿Es una utopía? No, no lo es existe en algunas aldeas indígenas en la Sierra Nevada de Colombia. Aunque para nosotros para occidente actualmente si es una utopía.

Para mí la invitación aquí es que elijamos ser coherentes, ser auténticos y verdaderos en nuestras organizaciones. La inconsciencia está gobernando en gran medida en las empresas. 
Pero para los que elijamos ser conscientes hace falta decir las cosas de frente y también ser lo suficientemente inteligentes de no hacerlo desde el ataque, la defensa o la protección. Sino que se trata de autoescoger una energía y tomar un camino diferente e inspirar desde un aire más fresco, de pensar más ecológicamente, más presentes, más amorosos, más conscientes de manera que sirva a todos los trabajadores, así cambiaremos el clima laboral de nuestra empresa con empleados motivados, activos, alegres y sin cuestionar lo que digamos.  

He acudido a dos eventos últimamente al de Economía digital e industria 4.0 y al de foro de empresa de AED dónde ofrecieron una charla con Antonio Garamendi. En ambas charlas o foros mencionaron que necesitamos aprender a relacionarnos de una nueva manera para que avancemos en la dirección adecuada. Porque sino caeremos en las mismas viejas estructuras una y otra vez.
La manera no puede ser otra y es siendo conscientes.
Hay un dicho que dice: 
" El hombre civilizado no está muy organizado. El hombre organizado no está muy civilizado"
Da qué pensar, ¿No te parece?


Contenido extraído de Axel Rudín



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