Lo
cual me llevó a preguntarme ¿Porqué en la naturaleza los equipos son de alto
desempeño?
Me di cuenta que es porque se
percibe como un TODO, funcionan para el BIEN COMÚN y actúan como una UNIDAD.
Además he vivido dos experiencias que
me han marcado. La primera fue en una organización dónde trabajé dirigiendo a
un grupo de personas y la segunda con los caballos.
En ambos casos mi forma de
liderar fue a la antigua usanza tal como lo aprendí, desde la imposición, el
control, la superioridad del rango y creyendo que los que han de cambiar son
los demás.
A través de diferentes experiencias me
di cuenta que no conectaba realmente ni con la gente ni con los caballos, ni
conmigo misma, ya que no llegaba a sentirme a gusto, lo cual me llevó a indagar
qué es lo que ocurría y de qué manera estaba yo conectada con la
situación.
Me di cuenta de mi actitud individualista que hace que lo más importante sea lo mío, que surge de mis miedos e inseguridades, de no conocer mi naturaleza verdadera. Aprendí a valorar tanto mi intelecto o mente pensante que no veía más allá de mis creencias o condicionamientos. Ahora sé que no soy mis pensamientos, ya que estos cambian constantemente y se contradicen entre sí, viviendo todo el tiempo en un estado de contradicción y creando separación. También me he dado cuenta que mi mente pocas veces tiene tranquilidad, viviendo angustiada por diferentes exigencias, en un constante juicio, análisis, razonamiento, comparación, evaluación, alegría fugaz y satisfacción pasajera. Esto no quiere decir que niegue mi intelecto o mente condicionada, ni mucho menos porque por supuesto me es útil para tomar decisiones y me permite funcionar en este mundo. Lo que expongo aquí es que tenemos la capacidad de ir más allá del pensamiento.
Y ahí precisamente es dónde puse el
foco en la charla, en la necesidad de darnos cuenta quienes somos en realidad y
dejar de creer que somos nuestros pensamientos porque una vez vamos
desarrollando la capacidad de SER
comenzamos a elegir actitudes más creativas
y colaborativas además de
desarrollar nuestro potencial completo
y convivir en paz y armonía con los
que nos rodean fomentando así una nueva manera de liderar centrada en la
conciencia (la conciencia es nuestra naturaleza verdadera).
A través del aprender
a SER desarrollamos las capacidades que yacen más allá de la mente pensante
o mente condicionada tales como la capacidad
de sentir, de estar presentes,
de observar la mente, de escuchar nuestra intuición, de soltar el estrés acumulado a lo largo de toda nuestra vida y la autoaceptación.
La autoaceptación nos
lleva a la aceptación de los demás y a
celebrar la diversidad. Es imposible aceptar con sinceridad los aspectos de
otros que uno rechaza en sí mismo. Por tanto si aprendemos a CONVIVIR en armonía pacífica con nosotros mismos, nuestra relación con los demás y la manera en que nos relacionamos y respondemos mejorará invariablemente.
Al conectarnos con nuestra fuerza y madurez interna
las relaciones se vuelven óptimas y de un compromiso más profundo porque
nos lleva a vernos como un TODO a funcionar para el BIEN COMÚN y a actuar como
una UNIDAD. Recordemos que somos naturaleza, cuando actuamos desde aquí, nos
lleva a actuar como equipos de alto desempeño. Para mí ésta es la manera natural de liderar equipos, una vez dejamos de identificarnos con el pensamiento nos sentimos completos dentro de nosotros mismos y necesitamos estabilizar esto.
¿Te ves incorporando estas cualidades
en ti y en tu equipo?
La naturaleza lo disfruta a cada
instante.
Marianne G.S.
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