Es vital en la organización tener una visión clara y compartida porque es
un proceso de inclusión.
La visión va más allá de uno mismo, de un deseo. El deseo es
personal y conlleva mejoras.
En cambio la visión puede transformar toda la
situación e incluye a todo el personal.
Cuando interactuamos con caballos y el equipo participante
tiene una clara visión, la cual les conmueve, la sienten, mira por el bien común,
generándoles satisfacción, los gestos, movimientos y energía que emiten hace que el caballo reaccione y quiera cooperar en la
actividad que se le propone.
Porque el grupo actúa de forma unida, coordinada, sincronizada aunando a todos en la misma dirección y éste lenguaje el caballo lo comprende y quiere participar.
Es
la inteligencia de la naturaleza.
La experiencia es sumamente gratificante porque aporta claridad, confianza, foco y alegría.
Te deseo un amable día,
Marianne G.S.
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