Creemos que todo tiene que ver con el afuera, por lo que estamos convencidos (al menos yo lo estaba) que hemos de cambiar a la gente, pero olvídate de ell@s, deja de cuestionar a otras personas, cambia tu foco. Comienza a cuestionar tus propias ideas, comienza a estar abiert@ a mirarte a ti.
Cuando tienes un juicio con alguien, lo primero es sentir la emoción que te produce, porque no se trata del otro, sino que es un aspecto tuyo. Yo me di cuenta de esto hace ya unos años, en una formación que asistí en Coaching con Caballos (www.equilibri.info) había una chica con la que me ponía muy nerviosa, la veía como una listilla total, fui con una amiga y le conté lo que sentía con respecto a esta persona y le pregunté si a ella le generaba lo mismo y me contestó que para nada, que le parecía encantadora, ahí se me encendió la luz y vi claramente que la LISTILLA TOTAL era … YO!!!
Para mi aquí hubo un antes y un después porque comprendí, que cuando algo en el otro me molesta me hace de espejo. Cuanto más tengo un no, es justo ahí cuando he de ir hacia adentro y tomar responsabilidad.
Simplemente uno tiene que estar atento a lo que le sucede internamente, estar presente, estar abierto y decir si, esto que me incomoda, que me molesta, está en mí, de manera que puedo dar una mirada a eso. Hemos de tener claro que en realidad nada puede lastimarnos, la única cosa que se lastima es nuestro ego o nuestra personalidad o nuestra imagen, o nuestras máscaras (el ego es una máscara frágil que cubre nuestra naturaleza verdadera, quién realmente somos, proviene de sentimientos de inseguridad e insuficiencia que nos mantiene en la separación, la protección, la desconfianza y el miedo).
Cuanto más fuerte me defiendo, más fuerte es mi ego, cuanto más fuerte me protejo mayor es mi máscara, estate consciente de esto porque a medida que lo vas reconociendo, puedes hacer algo con ello, para que el ego vaya perdiendo intensidad. Las relaciones son para conocerse a uno mismo. Una relación es un reflejo de ti, de lo que estás siendo, de cómo estás evolucionando, de lo que estás dando, tu vulnerabilidad, tu compartir, tu estar presente.La relación con los demás, tiene que ser lo mismo que la relación contigo, ha de ser transparente, íntegra, vulnerable, abierta, sin condiciones y amable. Y tiene que comenzar por uno mismo.
Es empoderar a las personas a través de esa claridad, en lugar de atacar o decirles que están equivocad@s porque en el momento en que la persona se sienta atacada, o le dices que está equivocada, el EGO VIENE Se levanta tal como una nube de polvo tras una estampida. Esa claridad surge desde un lugar dónde no hay apego, brota de una energía muy limpia.
Tenemos que tener claro que no cambiamos nada a través de la lucha o a través del sufrimiento, lo cambiamos estando conscientes, dando lo mejor de nosotros mismos, mostrando opciones, nuevas maneras, compartiendo nuestra experiencia y después soltándola sin aferrarnos a ella y confiando que si lo que he dicho es una verdad, la vida lo mostrará y si no fuera cierto, se me presenta una posibilidad de reconocer mi error (sabiendo que encontrar errores en nuestro punto de vista es una señal de progreso) y que además es otra efectiva manera de ir restando protagonismo al ego y reconectarnos con quién realmente somos.
En la interacción con los caballos pueden verse las relaciones que mantienes, ver el efecto que ello tiene sobre el caballo, sobre uno mismo y probar nuevas maneras. El es el reflejo de lo que estas siendo, si cambias algo lo ves en ese mismo instante. El caballo te busca a TI!
La claridad que obtienes es asombrosa!
¿Te imaginas a ti o a tu equipo testando vuestro auotliderazgo con caballos?
Nota: no se montan los caballos, e incluso a veces ni se tocan.
Que disfrutes de un amable día,
Marianne G.S.
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